Desde el principio sabíamos como acabaría la historia, una constante predecible hasta el tedio. Otras caras, otras voces, distintos momentos; mismo resultado. No era la primera vez que vivíamos algo así. Sin embargo, preferimos ignorar las señales que nos mandaba el sentido común, las advertencias de nuestros familiares y los consejos de músicos, cineastas y escritores. Pensábamos que esta vez, tan sólo esta vez, la trama elegiría otro disfraz.
Otra vez el mismo final.
Es un ciclo sin fiiiiiiin quee lo envuelve todooooooooo y aunque estemos soloooooooos deeebeeeeemoooos buscaaaaaaaar ~~ ejem. Perdón, quería poner algo sobre ciclos, pero con esa palabra me viene el arranque que por el rey león.
Gracias por pasarte 🙂
me gusta la idea del disfraz
Gracias 🙂
Hum! Se puede extrapolar a varias situaciones, aunque creo que todos tenemos en mente lo mismo
Pues si te digo la verdad… Ni me acuerdo xD. El original lo escribí hace un par de años por lo menos y ayer decidí aprovecharlo para un ejercicio literario (ajenización).
Me gusta que cada uno pueda elegir la situación a la que aplicarlo.
Gracias! 🙂